El impacto empresarial de la subida del Salario Mínimo Interprofesional en España

La reciente subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) en España ha generado un intenso debate en el ámbito empresarial, fiscal y laboral. Mientras que para los trabajadores supone un incremento en su poder adquisitivo y una mejora en sus condiciones de vida, para las empresas, especialmente las pequeñas y medianas (pymes), representa un reto en términos de costes laborales y sostenibilidad financiera.

Situación actual

En 2025, el Gobierno ha elevado el SMI a 1.381,33 euros brutos mensuales en 12 pagas (o 1.184 euros en 14 pagas), lo que supone una subida significativa respecto a 2024.
Esta medida se enmarca en el compromiso del Ejecutivo de alcanzar el 60% del salario medio, en línea con las recomendaciones de la Unión Europea.

Evolución del SMI y la productividad en España

A continuación, se presenta un gráfico que muestra la evolución del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) en comparación con la productividad en España durante los últimos seis años:

Se observa que el SMI ha experimentado un crecimiento constante, pasando de 900 euros en 2019 a 1.381,33 euros en 2025.
Sin embargo, la productividad, medida como el PIB por hora trabajada (índice base 100 en 2019), ha mostrado una evolución más estable, con ligeras variaciones y sin un crecimiento proporcional al del salario mínimo.

Consecuencias económicas para las empresas

Uno de los efectos inmediatos del aumento del SMI es el incremento en los costes laborales. Esto afecta particularmente a sectores con una alta concentración de trabajadores con salarios mínimos. Las empresas deben asumir mayores gastos en sueldos, lo que puede generar distintas reacciones, como la reducción de plantilla, el aumento de precios en los productos o servicios, o la optimización de la productividad mediante la digitalización y automatización.

Si bien la subida del SMI tiene como objetivo mejorar el bienestar de los trabajadores, su impacto en la contratación puede ser ambiguo.
Algunos estudios señalan que un incremento significativo en el salario mínimo podría desincentivar la generación de empleo formal, especialmente entre los jóvenes y trabajadores poco cualificados.

Alternativas y estrategias empresariales

  1. Optimización de la productividad: Invertir en tecnología, automatización y digitalización para mejorar la eficiencia operativa y compensar el aumento de costes laborales.
  2. Revisión de estructuras salariales: Analizar la escala salarial y buscar fórmulas para redistribuir costes sin afectar el rendimiento y la motivación de los empleados.
  3. Diversificación de ingresos: Explorar nuevas líneas de negocio o mercados que permitan mejorar la rentabilidad y absorber el incremento de los costes laborales.
  4. Aprovechamiento de incentivos fiscales y ayudas públicas: Estar atentos a programas de apoyo gubernamentales que ayuden a las empresas a sobrellevar el impacto económico de estas medidas.

Conclusiones

La subida del Salario Mínimo Interprofesional en España es una medida con implicaciones tanto positivas como desafiantes para el tejido empresarial.
Aunque mejora el poder adquisitivo de los trabajadores y puede impulsar el consumo, también impone retos significativos a las empresas, especialmente a las pymes.

Escrito por Luis Tomás Romo Casas, CEO, economista y tax consultant en Ponter Abogados

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