El Patrimonio Neto VS Concurso de Acreedores
El patrimonio neto de una empresa juega un papel esencial en la determinación de la solvencia y la eventual necesidad de presentar un concurso de acreedores. Refleja la diferencia entre el activo y el pasivo de una empresa. Básicamente, es la «riqueza» o «capital propio» de una sociedad, y está formado por el capital social, las reservas y los resultados acumulados (ya sean positivos o negativos).
En muchos sistemas legales, si el patrimonio neto es negativo (es decir, el pasivo supera al activo), se considera que hay una situación de desequilibrio patrimonial. Esto puede ser interpretado como una presunción de insolvencia. En tal situación, los administradores de la sociedad tienen el deber de actuar para restaurar el equilibrio patrimonial. Si no es posible, deben considerar la posibilidad de presentar concurso de acreedores.
Por ejemplo, en España, conforme a la Ley de Sociedades de Capital:
- Una sociedad debe disolverse si incurre en pérdidas que dejen reducido el patrimonio neto a una cantidad inferior a la mitad del capital social, a no ser que se aumente o reduzca el capital en la medida suficiente.
- Si no se procede a la disolución, los administradores tienen la obligación de solicitar la declaración de concurso de acreedores en el plazo de dos meses desde que se constate la insolvencia.
Esto significa que, incluso si una empresa todavía puede pagar sus facturas a corto plazo, si su patrimonio neto se ve gravemente afectado y no se toman medidas para rectificar la situación, puede encontrarse en una posición donde legalmente debe considerar el concurso de acreedores.
No obstante, cada jurisdicción tiene sus propias normativas y criterios relacionados con el patrimonio neto y la insolvencia, por lo que es fundamental consultar la legislación y práctica locales para una comprensión completa del tema.
El Concurso de Acreedores: ¿un desencadenante de un Patrimonio Neto Negativo?
El concurso de acreedores es un procedimiento legal que se inicia cuando una persona, ya sea física o jurídica, no es capaz de hacer frente a sus obligaciones de pago. A continuación, detallo los aspectos más relevantes:
- Naturaleza del concurso: es un proceso universal que afecta a la totalidad del patrimonio del deudor, tanto presente como futuro, y busca la satisfacción de los acreedores.
- Tipos de concurso:
- Concurso voluntario: es solicitado por el propio deudor cuando es consciente de su situación de insolvencia.
- Concurso necesario: es solicitado por los acreedores, trabajadores o incluso por la administración pública cuando detectan que la empresa no está haciendo frente a sus pagos.
- Fases del concurso:
- Fase común: se declara el concurso, se nombra un administrador concursal y se elabora un informe con la situación económica y jurídica del deudor.
- Fase de convenio: se busca un acuerdo entre el deudor y los acreedores para establecer un plan de pagos.
- Fase de liquidación: si no se logra un convenio o no se cumple, se procede a liquidar el patrimonio del deudor para satisfacer las deudas.
- Efectos del concurso:
- Para el deudor: se suspenden sus facultades de administración y disposición sobre su patrimonio, pasando estas al administrador concursal.
- Para los acreedores: no pueden iniciar ni continuar ejecuciones singulares contra el deudor. Sus créditos quedan sometidos al resultado del concurso.
- Créditos en el concurso: los créditos se clasifican según su preferencia de cobro:
- Créditos contra la masa: gastos del concurso, salarios, etc., que tienen preferencia en el cobro.
- Créditos privilegiados: tienen un privilegio especial (hipotecas, pignoraciones) o general (salarios pendientes, organismos públicos).
- Créditos ordinarios: no tienen ningún tipo de privilegio.
- Créditos subordinados: tienen la menor preferencia de cobro (créditos de personas especialmente relacionadas con el deudor, intereses, etc.).
- Finalización del concurso: puede concluir por diversas causas, como un convenio aceptado, la liquidación total del activo, o la insuficiencia de bienes para cubrir los gastos del concurso.
- Exoneración de pasivos insatisfechos (BEPI): en algunos sistemas jurídicos, si se cumplen ciertas condiciones, el deudor persona física puede ser liberado de las deudas no satisfechas tras la liquidación.
El proceso de concurso de acreedores es una herramienta legal que busca proteger tanto a los acreedores como al deudor en situaciones de insolvencia. Su correcta comprensión es crucial para cualquier profesional involucrado en el ámbito empresarial o jurídico.
Escrito por Luis Tomás Romo Casas, CEO, Economista y Tax Consultant en Ponter Abogados
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