El Compliance y su importancia actual

¿En qué consiste el Compliance?

Si entendemos el compliance como cumplimiento normativo, podemos considerarlo como un conjunto de prácticas, normas y procesos que una empresa u organización implementa para asegurar que sus actividades se ajustan a las leyes y estándares éticos que existen en su sector.

Ahora bien, si lo entendemos desde el punto de vista penal, tras la reforma del Código Penal de 2015 y la posibilidad de que las personas jurídicas puedan quedar exenta de responsabilidad penal cuando, antes de la comisión de un delito, hayan adoptado y ejecutado medidas de vigilancia y control idóneas para prevenirlo y evitarlo, lo podemos definir como el instrumento que permite prevenir, detectar, gestionar y en su caso corregir y evitar los delitos que eventualmente pueden producirse en la empresa.

Objetivos del Cumplimiento Normativo

Aunque pueda pensarse que el objetivo principal es el de eximir a la empresa de responsabilidad penal,  realmente es el de prevenir la comisión de delitos y mejorar las medidas de prevención y detección de estos delitos.

Ahora bien, ha demostrado reducir no sólo el riesgo de procesos judiciales sino el riesgo de que la empresa sea objeto sanciones y de multas administrativas, salvaguardando el patrimonio y la estabilidad financiera de la empresa, creando un ambiente de confianza y responsabilidad y favoreciendo la toma de decisiones estratégicas.

Igualmente dado los beneficios que supone contar con un programa de compliance, estos se han convertido también en un aliciente para implementar el mismo, buscándose con ellos objetivos como el de mejorar la imagen y reputación de la empresa tanto a nivel nacional como internacional, el de buscar una ventaja competitiva al suponer una mejora de imagen también ante potenciales clientes e inversores, proporcionar una seguridad jurídica a administradores, directivos, empleados, así como a otros socios de negocio.

Finalmente, supone apostar por un compromiso con la ética y la transparencia, representándose como un indicador de la salud de la empresa.

¿Cómo puede implementarse?

La primera pregunta antes de tomar la decisión de implantar un sistema de compliance es la de: ¿queremos cumplir? Si la respuesta es positiva. Los siguiente que debemos preguntarnos es: además de cumplir, ¿queremos controlar y garantizarnos que cumplimos? Si también es positiva, entonces tiene sentido implementar un sistema de compliance, en caso contrario, para qué hacerlo.

Una vez que se ha decidido dotarse de un modelo de compliance, el primer paso es conocer la empresa e identificar las actividades en cuyo ámbito existe riesgo de que puedan cometerse los delitos a prevenir y tras contar con ese mapa de riesgos, definir y establecer los protocolos de toma de decisiones y el órgano de compliance que apruebe un código ético y que se asegure de que los recursos financieros sean los adecuados para impedir la comisión de delitos, estableciendo un sistema disciplinario que sancione adecuadamente el incumplimiento de las medidas que se hayan adoptado.

Resulta imprescindible para ello, implementar canales de denuncia ante los posibles incumplimientos del programa de compliance, debiéndose permitir la denuncia anónima e impedir que existan represalias frente a los denunciantes. Para ello debe establecerse o contratarse procedimientos de investigación de estas denuncias.

Para implementar debidamente estos programas y crear una cultura de cumplimiento dentro de la organización debe formarse a sus integrantes dependiendo del nivel de riesgo de cumplimiento al que están expuestos según sus funciones. Es necesario que el personal de la empresa esté formado en políticas de compliance. Y finalmente se hace necesario verificar que este modelo se va adaptando a los cambios que se vayan produciendo en la empresa.

¿Por qué es una herramienta tan importante para grandes empresas y PYMES?

En la actualidad podría decirse que dotarse de un Programa de Compliance Penal se ha convertido no sólo en el imperativo ético que era antes, sino en una necesidad legal.

“Compliance» no solo significa cumplir. A veces cuando hablas con los directivos de una empresa y te plantean para qué necesitan un sistema de cumplimiento si en su empresa nunca ha habido problemas tenemos que responder que el hecho de no haberlos tenido no significa que no se esté incumpliendo, sino que posiblemente no se ha detectado.

Una empresa no puede gestionarse desde las creencias de cumplimiento sino desde la certeza del cumplimiento.

Se ha convertido en una medida absoluta de supervivencia frente a las prácticas ilegales que dañan la reputación de una empresa, pese a que lamentablemente todavía hay un importante volumen de pymes españolas que consideran que es una materia que sólo afecta a las grandes empresas sin caer en la cuenta de que la normativa y la gravedad de las consecuencias de su incumplimiento, les afecta igualmente y que hoy en día el futuro de las empresas depende prácticamente de su reputación que es lo que finalmente acaba estando en juego.

Escrito por Ester Romero Simón, abogada en Ponter

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